por Marcelo Leites
(MEC Uruguay – Claridad Paraguay)
Montevideo, lunes, 5 de mayo de 2008
El pasado 20 de abril Paraguay celebró su acto más grande de participación ciudadanía, las elecciones nacionales, en las que se obtuvo como resultado el cambio histórico que muchos esperaban, pero que temían que no se lograse.
Luego de 61 años en el poder, el partido colorado dejaba el poder no sin artimañas y estrategias de su aparato represor que se mantiene en forma intacta desde el fin de la dictadura en 1989, sostenida durante 35 años con Alfredo Strossner a la cabeza.
Desde mediados del año pasado organizaciones sociales y movimientos populares paraguayos, así como partidos de la oposición, estuvieron convocando a un llamado internacional para que de varios países se enviaran Observadores Internacionales para trabajar en las elecciones ya que el fraude era muy posible.
Dentro de las organizaciones que aceptaron el pedido estuvo Claridad Paraguay, organización que se formó a principios de año y que funciona en forma de comisión reuniendo dentro de ella a referentes de organizaciones sociales, religiosas y políticas. Teniendo como secretaría ejecutiva al IDES (instituto de investigación y desarrollo social) tiene como objetivo principal el acompañamiento al pueblo hermano del Paraguay en la reducción sustancial de la corrupción nacional, definida ésta como el uso indebido del poder público para beneficio personal. Accionando principalmente el día de las elecciones, en el área de observación internacional, con la consigna de no incomodar a los ciudadanos paraguayos, no intervenir.
El trabajo previo fue muy fuerte, ya que organizar un viaje para 300 personas no es poca cosa, y más cuando hay que considerar que las mismas vienen con ideas diferentes. Hablamos de la participación de personas de todos los partidos políticos, de varias organizaciones sociales, de la central única de trabajadores del Uruguay (PIT-CNT) de la mayor cooperativa de vivienda por ayuda mutua (FUCVAM) que movilizó a 90 compañeros y compañeras, y también compañeros y compañeras de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). De los sectores políticos estuvieron invlocrados varios sectores del Frente amplio (FA), Partido Nacional y Partido independiente y de los sectores religiosos cabe contar que hubo participación Católico Romana, Anglicana y Protestante, esta última a través del Espacio estudiantil cristiano (FUMEC – MEC Uruguay) y la Pastoral Juvenil del CLAI.
A pesar de comentarios previos a nuestra llegada del Presidente interino del Partido Colorado, Carlos Alderete, de que desde Uruguay llegaban 300 expertos en agitación con el fin de emplear la violencia en caso de que no ganara Fernando Lugo, la delegación uruguaya llegó a las 22 horas del viernes para instalarse en la quinta Ykua Sati, lugar de descanso con mucho verde en plana ciudad de Asunción. El recibimiento estuvo a cargo del compañero Daniel Viglietti guitarra en mano y entonando temas como A desalambrar, El chueco maciel, y por allá en el final y a viva voz se escuchaba un “RO HAI HU” (te quiero en guaraní) de las últimas estrofas de Soledad Barret. Un espectáculo que dejó a muchos con cierta tranquilidad, cierta cercanía a casa, luego de un viaje de casi 26 horas, en que algunas tensiones en cuanto a seguridad y logística incomodaban a la delegación.
El día D
La misión uruguaya se distribuyó en 28 locales de votación dentro de Asunción y el departamento de Central, a los alrededores de la capital. Se movilizaron 280 observadores divididos en grupos de a 10.En cada uno de los locales exitia un rango de entre 15 y 27 circuitos de votación, con excepciones de un local de 40 mesas. En cada mesa se votaba dentro de asunción por presidente y vicepresidente, Senadores, diputados y también por parlamentarios del MERCOSUR (PARLASUR) salvo en el resto de los departamentos que además se votaba por el gobernador local. Cabe decir también que las mesas están integradas por un presidente y dos vocales, y que los mismos si bien son acreditados por la justicia electoral, no son funcionarios públicos o actores imparciales sino que son delegados propuestos por aquellos partidos que tienen representación parlamentaria. Bajo este panorama, la idea de fraude inminente, que sonaba vox populi parecía un hecho cada vez más concreto. Pero, si bien se puede decir que a nivel general las irregularidades constatadas no cambiaron de rumbo la decisión ciudadana, no se puede dejar pasar por alto las grandes irregularidades y delitos que vimos y documentamos como observadores, desde compra de votos en los baños de los locales de votación por 100.000 guaraníes, algo así como U$S 22, que se daban constantemente, hasta arreadas de personas en autos y camionetas con chapa oficial. El llamado voto “calesita” se hizo presente en unas cuantas mesas y fue objeto de varios registros. La matonería y la intimidación del “terror” se hizo presente también con miembros de la ANR (Partido Colorado) que uso desde barras bravas, guardias de seguridad, y la propia policía en algunos casos, para de alguna forma amedrentar a algunas personas para que voten la Lista 1 (ANR).
Esto se acrecentó y fuimos alertados de ello sobre las 15 horas, una hora antes de que cerraran las mesas. Hubo muchas cosas que valían la pena registrar y que se registraron y que darían para mucho más que esta breve crónica. Pero es de destacar en nuestra documentación el uso y abuso del aparato estatal para fines del Partido colorado, que como bien pudimos observar maneja a su antoja a las instituciones y con total impunidad, ejemplo claro es ver a agentes de la policía en los escrutinios anotando los resultados y transmitiéndoselos al apoderado del local de la ANR con total naturalidad.
Luego de los escrutinios y de saber desde hacía un par de horas los resultados parciales (ya que desde el mediodía hubo aperturas de “urnas”) que ya proclamaban al futuro presidente “virtual” de los y las paraguayas, Fernando Lugo, que finalmente superó los 10 puntos por encima de sus contrincantes, la delegación finalizaba su participación en los comicios.
Algunas conclusiones
Hay muchas conclusiones para tratar y sacar de este proceso de cambio, pero mencionaré brevemente algunos de ellas.
Se podría afirmar que el cambio en paraguay se logró con éxitos; que si bien existió un aparato sostenido durante todo el domingo para intimidar, desestabilizar y cometer fraude, fue la ciudadanía la que terminó ganando. Pero cabe decir que el cambió no se dio en sí porque la asunción de Lugo-Franco y la Alianza Patriótica para el Cambio, conformada principalmente por el tradicional y poderoso Partido Liberal (PLRA) de centro derecha y algunos otros partidos pequeños como el Movimiento Tekojoja, P-MAS, País Solidario, entre otros mas volcados hacia la izquierda traería aparejado un gobierno de izquierda, sino que el cambió radical se dio fundamentalmente en la salida del Partido Colorado del gobierno, de las esferas altas en que se manejaba el orden burocrático-estatal, aunque no me atrevería a decir de la salida del “poder”
Fernando Lugo tendrá mucho que construir y mucho que pactar para que su gobernabilidad sea efectiva, ya que la Alianza no solo no tiene mayoría parlamentaria en ninguna de las dos cámaras, sino que la ANR volvió a hacerse fuerte en el parlamento.
Su apuesta a la educación, a la salud, a la renegociación de los tratados de Itaipú y Yacireta, su apuesta fuerte al campesinado y a su programa de reforma agraria, a su lucha contra la corrupción y reforma del estado, son grandes cambios que el Paraguay afrontará. Necesitará de nuevas alianzas y estrategias dentro y fuera de la APC para que su programa pueda ser llevado a cabo y el país guaraní comience con su proceso de cambio.
